La obra de Ramón Astray se muestra dominada por grandes figuras que transcienden del lienzo para dominar el espacio. Trazadas desde una concepción casi totémica que les otorga una aureola que las transforma en seres objetualizados, sus personajes se manifiestan participes de ese espíritu de cordial ironía tan característico de su autor, para, desde particulares actitudes, reflejar dimensiones iconográficas de gran monumentalidad. Aún que el tema o asunto de su obra sea de una apariencia cotidiana, donde las escenas populares alternan con temas históricos, Astray reelabora un discurso nuevo partiendo de la exploración de la historia y de la vida.
La elección de estos nuevos temas está determinado por la aceptación de lo heterodoxo y multidisciplinar, porque Astray se da cuenta de que el destino futuro está en la integración de todas las artes.
HOMERO JOSÉ Mª PÉREZ QUINTANA.
DIRECTOR XERAL DE PROMOCIÓN CULTURAL. XUNTA DE GALICIA.