La Figuración expresionista en Ramón Astray: de la máscara a la figura construida.

Detrás del anonimato de la máscara que simboliza al personaje representado, podría estar cualquiera, por eso, los rostros no tienen ojos, aunque sus cuencas vacías no resultan inquietantes, si bien enigmáticas e inquisitivas.

La mirada del artista ironiza con un guiño de humor negro, como un demiurgo cruel que recuerda, dentro de la “Nueva Objetividad” a autores como OTTO DIX o GROZ, con una aguda crítica a la sociedad y sus demoledoras costumbres enquistadas, entre la tradición, el pasado histórico, lo dramático y la caricatura.

En la construcción de las formas, presenta una figura de gran corporeidad, que remite al Picasso de “Dos mujeres corriendo por la playa”, pintura que evoca a Rafael y el mundo clásico desde la revisión del concepto y el volumen, enfrentando esas formas clásicas a sus propias ideas con el propósito de exponer los múltiples planos de la realidad, distorsionando, hipertrofiando las formas, rotundas y sensuales, caprichosas y voluptuosas, y con cierto “horror vacui” barroco.

Teresa Grande Taboada
Galería Visol, 2012